Las humedades en bodegas son un quebradero de cabeza que puede tener consecuencias nefastas si no le ponemos coto a tiempo. Estas estancias suelen encontrarse por debajo del nivel del suelo, puesto que sirven para mantener a una temperatura adecuada productos como el vino. Esta situación estratégica las convierte en una adquisición estupenda para mantener nuestras bebidas en estado óptimo pero, al mismo tiempo, es también su mayor peligro.
Como los sótanos o los garajes, las bodegas están en contacto con la tierra, que puede llegar a producir un paso lateral de su humedad a los muros. Las humedades por infiltración y la infiltración lateral son capaces de desgastar los materiales de construcción de la bodega de nuestra casa. Los inconvenientes son claros: si la bodega se ha construido para mantener ciertas bebidas en su punto óptimo, la aparición de humedades va a certificar que están en peligro. Una bodega con humedades es una bodega que no presta el servicio para el que se concibió.
Aunque algunas veces, se suele recomendar el uso de tela asfáltica en habitaciones enterradas como esta para combatir los daños causados por humedades y prevenir su aparición. ¡No se engañe! La tela asfáltica no es capaz de asegurarnos que nuestra bodega va a estar libre de humedades, en ningún caso. No debemos fiarnos de estos métodos, que si bien parecen infalibles, al final se destapan como fiascos que nos pueden traer nuevos problemas. Arreglar humedades en bodegas pasa por una intervención de expertos, no por intentar arreglarlo nosotros mismos sin conocimientos.
Humedades en bodegas y viviendas
Este tipo de humedades pueden tener además consecuencias nefastas para el resto de la casa, no solo para esta parcela de la misma. Las bodegas que se extienden durante metros y metros por debajo de una vivienda tienen todas las papeletas para poner en jaque la estructura del edificio al completo. No es extraño que veamos cómo se desconchan las paredes del interior de esta estancia, una de las primeras señales de que algo no va nada bien. A esto solo le puede seguir la aparición de hongos, bichos de la humedad y otros síntomas que nos van a dejar claro que debemos hacer algo cuanto antes. Es en este momento, en las etapas tempranas del problema de humedades, cuando debemos actuar con contundencia. Si dejamos que todo siga su curso natural, nos encontraremos con un verdadero peligro bajo nuestros pies.
Instalaciones eléctricas, juntas, puertas y otros soportes de madera… todos los elementos que conforman la bodega están a merced de las humedades cuando estas aparecen. Quedarnos sin luz o ver cómo se pudre la madera por culpa de la excesiva humedad son algunos de los problemas que también vamos a sufrir. Contar con la experiencia de un equipo de profesionales que sea capaz de identificar el problema y certificar que se trata de un problema de humedades por infiltración es básico para solucionarlo. Los remedios caseros son solo una forma de perder tiempo y dinero ante una cuestión tan importante como esta. Confía en expertos en humedades para acabar con ellas de una vez por todas.
