Llamada gratuita - de 08:00 a 22:00

Vernos en la situación de dar una capa de pintura después de que las humedades nos hayan hecho quitar el revestimiento de alguna pared o limpiar las manchas negras de los baños son las cosas menos importantes con las que nos podemos encontrar por el efecto de las humedades en nuestras casas.

Y es que da igual tipo de humedad que suframos: condensación, capilaridad o filtración, la humedad que afecta a la estructura de nuestra vivienda no solo causa esos trastornos a nivel estético (visualmente los primeros que encontramos), sino que, puede tener consecuencias muy dañinas y deteriorar gravemente las construcciones si no se detectan a tiempo.

humedades estructurales

Un problema de humedad por capilaridad o filtración lateral hace que el agua acumulada en la tierra penetre en las estructuras, a través de los cimientos (que no están correctamente aislados).

La realidad es que un muro de carga con humedad puede perder gran parte de su capacidad de carga, ya que se debilita la fuerza de cohesión de los elementos y materiales que constituyen dicho muro.

Además, el contacto de esta superficie mojada con el aire hace que se produzca la oxidación de la pared, pudiendo llegar a ser un problema muy grave. En estos casos extremos –en los que la estructura dañada por las humedades no soporta la totalidad del peso de la carga–, se puede llegar a un colapso estructural.

Las humedades son capaces de reducir la capacidad de carga de los muros y cimientos de las casas hasta un 50 por ciento, pudiendo poner en peligro la solidez estructural de la vivienda.

La importancia del tratamiento de las humedades estructurales radica en las consecuencias, muchas veces desconocidas, que tiene para la vida de las personas y de los edificios.

Otro efecto importante es el que tiene que ver con el consumo energético de los aparatos de calefacción: con la humedad en el hogar, éste se dispara.

La salud también es una de las consecuencias más importantes que nos concierne directamente: la humedad afecta a todos los habitantes de la casa, pudiendo llegar a provocar problemas respiratorios, alérgicos, dolores musculares e incluso enfermedades pulmonares. La humedad en las paredes es, además, el hábitat perfecto para el desarrollo de ácaros, hongos y bacterias.

Para frenar a tiempo los efectos de las humedades estructurales y evitar perjuicios importantes, siempre recomendamos llamar a los expertos en la materia ante el primer síntoma para que puedan diagnosticar su origen y ponerle tratamiento el tratamiento más efectivo.

Ya se comentó hace justo un año en el medio El Confidencial: “La Unión Europea ha dictaminó el pasado año que la exposición constante al radón conlleva un grave riesgo para la salud. Después de 30 años de análisis científicos y estudios de laboratorio, la UE obligará a España a partir de este presente año, 2018, a tomar medidas para subsanar el problema. Este gas cancerígeno es muy peligroso y se desprende de múltiples focos. Pocos saben del peligro que puede entrañar la encimera de su cocina o la figurita de basalto que adorna la estantería, pero en realidad ambas están hechas de materiales que pueden desprender radón, el gas radiactivo que supone la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaquismo”

El radón es un gas radiactivo procedente de la decomposición del uranio que contienen muchos tipos de suelos, especialmente los graníticos. Este gas emana del subsuelo y se acumula en el interior de recintos cerrados, como las viviendas o locales.

peligros del gas radon

El problema principal es que el radón no huele, no puede verse y sus efectos solo se notan a largo plazo. Según la Organización Mundial de la Salud, es el responsable entre el 3% y el 14%  de los casos cáncer de pulmón en todo el mundo. Como no podemos detectarlo fácilmente en casa, lo mejor es prevenir y evitar las fuentes que pueden provocar que el radón llegue a nuestra vivienda.

Lo cierto es que en España muchas casas están llenas de radón, sobre todo en los sótanos y bajos. Zonas peninsulares como Galicia, el sur y el oeste de Castilla y León, norte de Extremadura y algunas zonas de la Comunidad de Madrid, son los lugares que pueden presentar mayor incidencia.

Galicia es la comunidad más expuesta al gas radón. Allí, en Asturias, parte de Cataluña y la sierra madrileña, al menos el 10% de los edificios presentan concentraciones de este gas por encima de los límites recomendados…

Como cabía esperar, son las mismas zonas que se encuentran en suelos graníticos.

El gas radón es muy nocivo en cantidades elevadas.

radón

Como señalamos antes, el radón puede aparecer en nuestros suelos, garajes y sótanos, convirtiéndose en un problema muy serio. De hecho, son muchos los edificios que ya tienen como inquilino no deseado a este peligroso gas. Como se filtra en nuestra casa a través de los materiales porosos, es común que tenga relación con problemas de humedades. Para evitar su llegada, es ideal mantener una casa lo más aislada posible, y eso incluye también tratar los problemas de humedades lo más rápido que podamos.

A todos se nos ha pasado en algún momento por la cabeza. Encontrarnos con una pequeña mancha de humedad y decir… “esto lo soluciono yo en un momento“.

Y es en ese momento, y solo en ese preciso momento, cuando comenzamos a experimentar el inicio de todos nuestros futuros problemas. Ya que da igual si se trata de humedades por condensación, filtraciones laterales o capilaridad. Los remedios caseros nunca funcionarán a largo plazo contra los problemas de humedades.

Remedios antihumedad

Porque no existe una solución a coste 0€ que pueda satisfacer las necesidades de cada tipo de humedad ni hogar. Porque cada situación es diferente y cada problema debe resolverse específicamente por profesionales que sepan realizar un diagnóstico correcto. Ya que en el origen de nuestros problemas, también encontraremos la solución.

Pero… ¿cuáles son los remedios caseros antihumedad que NO funcionan y que tenemos al alcance de la mano?

  1. Ventilar bien. Este consejo suele aparecer no tanto cuando ya tenemos las humedades en casa sino como idea para evitarlas. Aunque tiene su lógica, no nos va a servir para nada en el momento en el que las humedades se hayan instalado en nuestro hogar, pues no va a solucionar el problema.
  2. Disminuir la humedad que se produce en casa. Este consejo nos pone en una difícil solución: si nuestras humedades aparecen en cuanto usamos la ducha o cocinamos un par de veces… ¿deberíamos dejar de ducharnos y cocinar? Este consejo es solo un parche que no va al fondo de la cuestión.
  3. Separar los muebles de las paredes. Este consejo intenta evitar que la humedad de las paredes cale y llegue a los sofás, a los sillones y los armarios. El problema es que no todos podemos hacerlo. Además, no debemos dejar que las humedades condicionen el modo en el que vivios. Es mucho mejor ir a por ellas y eliminarlas de una vez por todas.
  4. Sales antihumedad. Otro clásico de los remedios caseros, que supone un coste adicional (hay que comprar las sales), y que por supuesto, no puede llegar a solucionar un problema de una habitación completa, ya que solo se enfoca a pequeñas estancias.

Como muchas veces hemos visto, una vivienda con humedades se devalúa y además, aumenta considerablemente su gasto energético.

Por todo esto, cuanto más esperemos en buscar una solución definitiva y más tiempo dediquemos a inútiles remedios, más se propagarán las humedades y por tanto, empeorará nuestra situación.

Es mejor que trates directamente con los profesionales antihumedades, que te darán todas las garantías en cuanto a trato, diagnóstico y efectividad a la hora de aplicar el método más acertado para acabar con tus humedades, sin pasar por la pérdida de tiempo y dinero que suponen los métodos caseros.

Deja de invertir en soluciones caseras, que únicamente suponen un parche al problema real. Busca profesionales que te ofrezcan una solución real y definitiva, y si además te ofrecen una garantía de hasta 30 años… mucho mejor.

  • La bajada de temperaturas y el comienzo de la época de lluvias hacen que la humedad se incremente hasta un 40% en las viviendas 
  • Además, vivir en un ambiente húmedo agrava las enfermedades respiratorias, pulmonares y reumáticas
  • Murprotec, líder en tratamientos contra las humedades, aumenta el número de intervenciones durante estos meses, principalmente por problemas de condensación

Madrid, 11 de enero de 2018. Ha llegado definitivamente el invierno y con él, el descenso de las temperaturas y el comienzo de las lluvias. Esta climatología adversa hace que las edificaciones sean más susceptibles de padecer humedades estructurales, tanto las que aparecen por primera vez, como las que se detectaron en primavera/verano y que empeoran con la nueva estación. Concretamente Murprotec, líder referente en España y Europa en tratamientos contra las humedades, aumenta sus intervenciones en estos meses en un 40% con respecto al resto de estaciones.

Los problemas de humedades estructurales que afectan a los hogares pueden provenir de las aguas del subsuelo que ascienden por los muros (humedades por capilaridad); pueden penetrar en las viviendas a través de las paredes (humedades por filtraciones laterales) o generarse en el interior al tener un excesivo nivel de vapor en el ambiente que genere la condensación del agua (humedades por condensación).

Condensación, Murprotec

Concretamente, la humedad por condensación es uno de los problemas más frecuentes que podemos encontrar en el hogar en los meses de invierno. Esta patología se genera debido fundamentalmente a las excesivas impermeabilizaciones en los edificios derivada por la hermeticidad de carpinterías (puertas, ventanas, etc.); el bloqueo de la transpiración necesaria de los muros; no airear bien las habitaciones y, sobre todo, realizar tareas domésticas a diario como cocinar, ducharnos, planchar, etc., que hacen que se produzca un excesivo nivel de vapor en el ambiente y se genere la condensación del agua.

Los efectos más visibles de las humedades producidas por la condensación son la aparición de hongos y mohos en esquinas y paredes; cristales empañados en ventanas y espejos; mobiliario y otros objetos deteriorados e, incluso, riesgo en las instalaciones eléctricas. Esta excesiva acumulación de agua en el aire puede, además, provocar consecuencias graves en la salud de las personas que padecen asma, problemas musculares o de huesos, así como enfermedades de tipo reumático, respiratorias como la sinusitis y de la piel como las dermatitis.

 

Un sistema puntero que elimina las humedades por condensación de raíz

Tras más de 60 años de experiencia en el mercado, Murprotec ha desarrollado un sistema exclusivo y patentado con la tecnología más puntera: la Central de Tratamiento del Aire (CTA). Este dispositivo es capaz de ventilar y sanear el aire de viviendas de hasta 120 metros cuadrados de forma eficaz y silenciosa. Además, este sistema no sólo renueva el aire liberando el ambiente de los excesos de humedad, sino que ayuda a conservar la temperatura del hogar, con el consecuente ahorro energético y económico que esto supone, ya que calefactar aire seco a 17 grados es mucho menos costoso que calentar aire húmedo a temperatura ambiente.

Cuando las lluvias provocan que el agua se filtre por los muros

Asimismo, las fuertes lluvias que tienen lugar durante los meses de invierno provocan en muchos casos humedades por capilaridad. El terreno tiene que absorber mucha humedad y los muros de los edificios –que poseen una gran capacidad de absorción del agua subterránea– filtran el agua como si fuera una esponja. Y es en esa fase, cuando los materiales en contacto con el agua subterránea y con la tierra húmeda dejan subir la humedad por sus paredes y capilares, provocando humedades que pueden llegar al metro y medio de altura.

Las humedades por filtraciones también son muy comunes en esta época y suelen aparecer en los garajes, sótanos y plantas bajas. Aparecen cuando el agua presente al otro lado de un muro penetra dentro del edificio a través de la pared de forma lateral. Por ello, todas las estancias en contacto directo con la tierra sobre la que esté construida el edificio son muy sensibles a padecer este tipo de humedades.

  • La bajada de temperaturas y el comienzo de la época de lluvias hacen que la humedad se incremente hasta un 40% en las viviendas
  • Además, vivir en un ambiente húmedo agrava las enfermedades respiratorias, pulmonares y reumáticas
  • Murprotec, líder en tratamientos contra las humedades, aumenta el número de intervenciones durante estos meses, principalmente por problemas de condensación

Madrid, 11 de enero de 2018. Ha llegado definitivamente el invierno y con él, el descenso de las temperaturas y el comienzo de las lluvias. Esta climatología adversa hace que las edificaciones sean más susceptibles de padecer humedades estructurales, tanto las que aparecen por primera vez, como las que se detectaron en primavera/verano y que empeoran con la nueva estación. Concretamente Murprotec, líder referente en España y Europa en tratamientos contra las humedades, aumenta sus intervenciones en estos meses en un 40% con respecto al resto de estaciones.

Los problemas de humedades estructurales que afectan a los hogares pueden provenir de las aguas del subsuelo que ascienden por los muros (humedades por capilaridad); pueden penetrar en las viviendas a través de las paredes (humedades por filtraciones laterales) o generarse en el interior al tener un excesivo nivel de vapor en el ambiente que genere la condensación del agua (humedades por condensación).

Condensación, Murprotec

Concretamente, la humedad por condensación es uno de los problemas más frecuentes que podemos encontrar en el hogar en los meses de invierno. Esta patología se genera debido fundamentalmente a las excesivas impermeabilizaciones en los edificios derivada por la hermeticidad de carpinterías (puertas, ventanas, etc.); el bloqueo de la transpiración necesaria de los muros; no airear bien las habitaciones y, sobre todo, realizar tareas domésticas a diario como cocinar, ducharnos, planchar, etc., que hacen que se produzca un excesivo nivel de vapor en el ambiente y se genere la condensación del agua.

Los efectos más visibles de las humedades producidas por la condensación son la aparición de hongos y mohos en esquinas y paredes; cristales empañados en ventanas y espejos; mobiliario y otros objetos deteriorados e, incluso, riesgo en las instalaciones eléctricas. Esta excesiva acumulación de agua en el aire puede, además, provocar consecuencias graves en la salud de las personas que padecen asma, problemas musculares o de huesos, así como enfermedades de tipo reumático, respiratorias como la sinusitis y de la piel como las dermatitis.

Un sistema puntero que elimina las humedades por condensación de raíz

Tras más de 60 años de experiencia en el mercado, Murprotec ha desarrollado un sistema exclusivo y patentado con la tecnología más puntera: la Central de Tratamiento del Aire (CTA). Este dispositivo es capaz de ventilar y sanear el aire de viviendas de hasta 120 metros cuadrados de forma eficaz y silenciosa. Además, este sistema no sólo renueva el aire liberando el ambiente de los excesos de humedad, sino que ayuda a conservar la temperatura del hogar, con el consecuente ahorro energético y económico que esto supone, ya que calefactar aire seco a 17 grados es mucho menos costoso que calentar aire húmedo a temperatura ambiente.

Cuando las lluvias provocan que el agua se filtre por los muros

Asimismo, las fuertes lluvias que tienen lugar durante los meses de invierno provocan en muchos casos humedades por capilaridad. El terreno tiene que absorber mucha humedad y los muros de los edificios –que poseen una gran capacidad de absorción del agua subterránea– filtran el agua como si fuera una esponja. Y es en esa fase, cuando los materiales en contacto con el agua subterránea y con la tierra húmeda dejan subir la humedad por sus paredes y capilares, provocando humedades que pueden llegar al metro y medio de altura.

Las humedades por filtraciones también son muy comunes en esta época y suelen aparecer en los garajes, sótanos y plantas bajas. Aparecen cuando el agua presente al otro lado de un muro penetra dentro del edificio a través de la pared de forma lateral. Por ello, todas las estancias en contacto directo con la tierra sobre la que esté construida el edificio son muy sensibles a padecer este tipo de humedades.

 

Ahora que se presentan de un modo continuo esas lluvias tan características y necesarias de invierno, pueden comenzar a aparecer ciertos problemas relacionados con las humedades existentes como las filtraciones laterales.

Este tipo de inconvenientes, pueden convertirse en graves problemas tanto para decenas de edificios, como para los propietarios que en ellos habitan.

Las filtraciones de agua ocurren por un paso lateral del agua desde zonas colindantes a nuestra vivienda, siendo los sótanos, bodegas y garajes, zonas de bajo rasante, las afectadas habitualmente.

filtraciones laterales

Los síntomas de un problema de filtraciones pueden ser aparición de manchas de humedad, moho o salitre, y también podemos detectarlo por desconchones en la pintura de las paredes o incluso por pequeñas inundaciones.

La acumulación de agua en el suelo puede ser abundante, de tal modo que atraviese el aislamiento con facilidad y acceda a zonas de la estructura del edificio, haciendo que la integridad de éste se vea dañada debido a la degradación continua a la que el agua somete a los componentes tales como el hormigón, ladrillo o incluso vigas y metal.

Por tanto, sus problemas pueden ser muy variados, desde inundaciones, hasta el deterioro de revestimientos o la aparición de manchas de humedad y salitre en la pared.

Aplicando soluciones temporales como pinturas antihumedad, se agrava esta situación, porque no solucionan el problema de raíz, sino que proporcionan una falsa situación de bienestar que oculta el origen real de la situación que estamos viviendo.

El problema más grave, sin embargo, es uno que no podemos ver a simple vista y que muchas veces puede incluso no ser prevenido por el aislamiento. El agua filtrada, degrada lentamente los materiales de construcción por los que pasa (ladrillos, hormigón, morteros…), e incluso, la armadura de forjados, vigas y pilares pueden llegar a oxidarse. Por tanto, si no damos con una solución definitiva a tiempo, la estructura completa del edificio puede llegar a peligrar.

Resumiendo, ¿cuáles son los problemas más habituales que podemos sufrir si padecemos este tipo de humedades?:

  1. Aumento de la factura entre un 15 y un 30%
  2. Daños variados en la instalación eléctrica
  3. Daños en muebles y objetos.
  4. Manchas de humedad en paredes (salitre)
  5. Inundaciones en zonas bajas de la vivienda.
  6. Daños en los aparatos eléctricos y demás objetos en contacto con el agua.
  7. Deterioro del edificio ya que el agua se acumula en el interior del material de construcción.

Por tanto, es importante estar atentos en épocas de lluvias abundantes, como la actual, de las primeras presencias de alguno de estos problemas, para poder encontrar una solución a tiempo, definitiva y eficaz que nos evite preocupaciones y dolores de cabeza innecesarios.

 ¿Hablamos?