Llamada gratuita - de 08:00 a 22:00

Ahora que muchos ya habrán planificado su salida al bosque en busca del musgo para adornar el portal de belén, es hora de hablar de los seres vivos que proliferan y se expanden en ambientes muy húmedos. Esta planta similar al césped suele encontrarse pegada a las piedras de las zonas más sombrías del bosque. Como los hongos, el musgo es amante del suelo mojado, la sombra y las bajas temperaturas. Por eso, cuando la Navidad se acerca y los más pequeños piensan en cómo escenificar el típico portal de estas fechas se acuerdan de acercarse a las esquinas más sombrías y húmedas del parque, pues seguro que ahí encuentran el verde que necesitan para su escenario navideño.

image001

El musgo en exteriores y los hongos, tipo moho, en el interior de las casas. Aunque este último grupo, al que pertenecen, además de hongos, setas y levaduras, están fuera de las categorías de plantas, animales y protistas, está compuesto por unos seres vivos al que les encantan las superficies más frías y húmedas del hogar, al igual que al musgo. De ahí que cuando vemos una mancha verdecina o grisácea en alguna pared o techo de la vivienda sea signo de un posible exceso de humedad en su estructura. Esta circunstancia puede dar lugar a dudas, por ello la necesidad imperante, como siempre aconsejamos en este blog, de contar con un diagnóstico experto. No obstante, donde no caben dubitaciones es que si los hongos, en forma de moho, hacen entrada en casa es porque ésta es fría y húmeda. De la misma forma que sucede en las piedras más sombrías del bosque con el musgo.

Desafortunadamente, estas especies de interior alimentadas por la presencia de humedad en exceso no pueden recogerse y separarse de la pared como lo hacemos con el sucedáneo césped que adorna los escenarios navideños más caseros. El moho es más difícil de arrancar, de tapar y, por supuesto, de eliminar. Ni raspando con una espátula, ni pintando sobre él; incluso ni haciendo las dos cosas a la vez este ser vivo desaparece. Y es que al final es como una planta; o se arranca de raíz o sigue naciendo en el mismo lugar del que la cortamos.

image002

Un principio que podemos aplicar a los problemas de humedad estructural en los edificios que traen consigo consecuencias como estas sucias manchas. No basta con limpiar o pintar, hay que atacar a su origen, a la causa que lo provoca, para poder frenar su avance y eliminar para siempre. Puede que en Murprotec no sepamos mucho de podas y demás, pero sí que sabemos, y podemos, arrancar de raíz el foco de humedad que tantos problemas como este nos originan.

El Departamento Nacional de Energías Renovables norteamericano (NREL) ha sido el encargado de desarrollar un test capaz de detectar cantidades ínfimas de humedad en los aparatos tecnológicos. Resulta, que los dispositivos electrónicos que nos acompañan en nuesta vida cotidiana disponen de una película protectora que sirve de barrera y protege al utensilio de la entrada de humedad en su sistema. No hace falta que sea agua vertida sobre el aparato, esta sustancia en estado gaseoso, una vez se ha condensado, también puede provocar fallos en el funcionamiento de móviles, ordenadores y demás.

La barrera de la que hablamos puede proteger al aparato electrónico de la humedad durante más de diez años; ahora, con la prueba puesta en marcha por este grupo de investigadores nuestros dispositivos estarán más seguros. El ‘test de calcio eléctrico’, que es así como se llama este método, utiliza moléculas de calcio para para ponerle freno a la corrosión que el líquido provoca en tales aparatos. Los desarrolladores del arma de lucha contra la humedad destructora de la tecnología quieren estar seguro de que verdaderamente la técnica que proponen es capaz de bloquear la entrada de humedad en los utensilios electrónicos; para ello realizan pruebas de exposición a ambientes muy húmedos de hasta 1.000 horas.

Arrelaine Dameron, investigadora del NREL, trabaja con uno de los test de humedad. Dennis Schroede. Foto publicada en El diario Montañes

Arrelaine Dameron, investigadora del NREL, trabaja con uno de los test de humedad. Dennis Schroede. Foto publicada en El diario Montañes

Aunque creamos que nuestro móvil, por ejemplo, ha pasado todo tipo de pruebas para asegurar su resistencia a condiciones extremas, lo cierto es que este método presentado en EE.UU. es entre 100 y 1.000 veces más sensible que cualquiera de los test comerciales por los que se someten a los aparatos tecnológicos. El método del calcio eléctrico también ha demostrado multiplicar por 15 el rendimiento de las más punteras y eficaces pruebas comerciales del mercado actual.

Ahora bien, hablamos de condiciones extremas, pero no tienen que serlo tanto, ya que basta con que exista un exceso de humedad procedente y provocada por los fenómenos diarios de condensación, del tipo duchas, cocinas, lavadoras y secadoras, para que el agua, aun en estado gaseoso, acabe afectando al aparato eléctrico, por más novedoso que sea. Es decir, no es necesario que la lluvia nos moje el portátil para que éste empiece a sufrir a casa de la humedad. De esta manera, un problema de humedad por condensación en casa puede influir en el rendimiento de estos aparatos. Cuidado, por tanto, con exceder los límites.

La decisión de qué suelo poner en la vivienda no siempre es fácil. Algunos apuestan por el mármol, otros por simple terrazo y, los más rústicos o naturales, los prefieren de madera. Lo cierto es que este último material da un una calidez al hogar que pocos lo consiguen. Aunque, por otra parte, también suscitan mucho recelo al pensar en su mantenimiento y conservación. Creemos a priori que es difícil limpiar y proteger el buen estado de un suelo de madera; pero lo cierto es que no es tan complicado. Basta con conocer qué sustancias y prácticas deterioran este material y cuáles lo realzan. Además, por supuesto, de asegurarnos antes de colocar el suelo de que el nivel de humedad de la tierra no es elevado; en ese caso, la madera acabaría deformándose con el paso del tiempo.

image001

A pesar de la recomendación de muchos establecimientos del uso de ceras, productos químicos o abrillantadores para tratar la madera natural de los suelos, estas prácticas poco pueden aportar al parquet. Lo mejor, además de más barato, es seguir una serie de recomendaciones básicas:

Aspirar o barrer el suelo en la limpieza del día a día nos ayuda a eliminar las impurezas y, de esta forma, que la madera acaba arañándose.

– Para que no pierda el aspecto a nuevo, cada semana es conveniente limpiarlo una o dos veces con agua templada y jabón neutro, basta con un chorrito pequeño. Como haríamos con cualquier tipo de suelo. Dependiendo del clima, si es más seco o húmedo, deberíamos aumentar o no la frecuencia del fregado. El agua no es malo, en contra de lo que muchos puedan pensar.

– En el caso de que alguna mancha persistiera en la madera, podemos utilizar un trapo mojado con un poco de jabón y fregarlo a mano. Si aun así la marcha no desapareciera, también puede usarse, en lugar de jabón neutro, algún disolvente especial para madera no químico.

image002

No obstante, si no somos capaces de eliminar las manchas, una vez más, sería necesario contar con el asesoramiento y la ayuda de un experto. En el caso de los suelos de madera, de profesionales antihumedad, ya que es ésta el mayor enemigo que este material se encuentra en los hogares.

La humedad que tanto daño puede hacer a los suelos de madera natural puede provenir de la tierra, por lo que estaríamos hablando de un problema de humedad por capilaridad, en el que la humedad ascendería desde el terreno por los cimientos y las paredes; también puede tener su origen en plantas, de manera que no hay que situarlas directamente sobre el pavimento; o, otra posibilidad es la existencia de algún escape de agua. En cualquier de ellos, la solución no es la colocación de un deshumificador, sino la intervención de expertos en la materia.

Es fácil afirmar que una vez que un problema de humedad se instala en nuestra vivienda difícilmente podremos librarnos de él. Bolitas antihumedad en los armarios para neutralizar el olor a moho, que no sólo afecta al mueble, sino también a todas las prendas que guardamos en ellos; deshumificadores con el fin de eliminar el vaho que empaña los cristales y espejos sin remedio, ya que por mucho que sequemos nunca podemos ver la calle con nitidez desde el interior de la casa o vernos a nosotros mismos ante el espejo; o pinturas especiales, también antihumedad, que deberían resistir a un muro mojada, pero que, por el contrario, en pocas semanas empieza a agrietarse y caer como si de un revestimiento normal se tratara.

Todos estos son remedios que se usan con frecuencia ante un problema de humedad pero que, también a menudo, sirven de poco. Los síntomas persisten y se van haciendo más peligrosos y perjudiciales, tanto para los cimientos y la estructura de la vivienda como para la salud de las personas que viven en ella. Esto es así porque las consecuencias se tratan de forma casera y superficial, atendiendo a lo visible, pero dejando de lado el origen invisible que lo está provocando. De ahí los suspiros desesperanzados que salen de nosotros cuando empezamos a vislumbrar un exceso de humedad en el hogar, pensando en que se convertirá en un habitante más, difícil de expulsar.

keywodsprincipal

Una situación de lo más corriente, teniendo en cuenta que lo más común entre nosotros es recurrir a esta serie de soluciones inservibles, que más que arreglar nos complican el fin de mes, pues suponen más gasto que otra cosa. Una pérdida de dinero y tiempo. Este último en nuestra contra, ya que lo que empieza por una mancha en la pared puede convertirse en un grave problema de humedad capaz de reducir la capacidad de carga de los muros del edificio hasta en un cincuenta por ciento.

Para que esto no ocurra, y seamos nosotros los que vayan reprimiendo al problema y no al contrario, el primer paso a seguir es contar con unos profesionales avalados por su experiencia y su técnica. Sólo ellos podrán dar con el origen del exceso de humedad y así, eliminarla para siempre. Porque en contra de lo que pueda parecer, los problemas de humedad estructural sí tienen una solución duradera, para toda la vida si es Murprotec quien realiza el diagnóstico y el tratamiento, ya que todos sus servicios tienen hasta 30 años de garantía.

Es difícil huir del espíritu navideño a estas alturas. Las calles ya están preparadas con sus luces para iluminar la víspera de estas fiestas, los escaparates ya hace tiempo que se ocupan de los regalos e indumentaria para los acontecimientos que vienen y muchos ya estarán pensando dónde guardaron el año pasado el árbol de Navidad o el portal de belén. En este último grupo temerán por cómo se encuentren los adornos y demás, después de un año metidos en cajas, sin saber muy bien dónde ni cómo lo guardaron. Serán muchos los que, por gusto o por necesidad, tendrán que acercarse a algún bazar para reponer las bolas y el espumillón; para otros, aquellos más tradicionales, es el momento de acercarse a un vivero para recoger el abeto que más se adecue al espacio del que disponen. En cualquier caso, es tiempo de disfrutar en familia y entre amigos.

image001

También es tiempo, si nunca lo habéis hecho, de pensar cómo debemos conservar un abeto navideño para que permanezca durante todas las fiestas con el aspecto del primer día. Aunque la mayoría de familias opta por los árboles artificiales, ya que la vida en la urbe, a menudo, limita la capacidad para conservar el abeto natural después de la Navidad, todavía son muchos los que prefieren seguir fieles a esta tradición de origen germano, aunque importada a España desde Norteamérica. Para ellos hay una serie de recomendaciones, la primera y más importante es replantar el árbol en algún jardín una vez hayamos recogido los regalos, impidiendo que se seque y acabe muriendo. Para ello, es necesario abono y un regado diario, pero no abundante. Por otra parte, a pesar de que los abetos se adapten con facilidad a cualquier ambiente, bien es cierto que prefiere los climas fríos y templados para crecer. En el mismo sentido, el nivel de humedad debe ser elevado, ya que difícilmente resiste un clima de aire seco.

Un abeto, además de luces y adornos que invadan la casa de la magia de la Navidad, requiere un espacio grande, del que desafortunadamente no todos disponemos. Lo que sí que podemos es adornar la casa con plantas y flores. Éstas también requieren unas condiciones de luz, temperatura y humedad adecuadas, sin importar la época del año. Por lo que es muy importante para que estos seres vivos no se marchiten mantener controlados tanto el calor y el frío del lugar en el que se encuentren, como el grado de humedad, ya que tan malo es el exceso como la falta de ella.

image002

No ocurre lo mismo con la estructura de la vivienda, que puede deteriorarse en gran medida debido a la presencia de humedad en sus muros y cimientos. Así que para conservar las plantas, y la fortaleza de la estructura de nuestra casa, hay que mantener a raya a la humedad ambiental. Y cuando veamos que supera los límites y empiezan a descubrirse síntomas, tenemos que hacer una llamada, ni a reyes que vienen de Oriente ni a barbudos que habitan en Laponia, sino a expertos antihumedad con nombre propio: Murprotec.

Que la humedad puede ser la causa de muchas enfermedades, sobre todo en niños, no lo decimos nosotros. Esta misma semana, en un medio de comunicación andaluz (andaluciainformacion.com) se hacían eco de la desesperación de una familia que ha tenido que abandonar el sueño por el que han trabajo toda su vida porque éste, materializado en una vivienda familiar, había provocado que su hija enfermase de neumonía, teniendo que pasar más de una semana ingresa en un hospital. Realmente, no era su vivienda lo que hizo empeorar a la pequeña, sino un problema de humedad estructural que afecta a la construcción y del que nadie se responsabiliza ni arregla.

image001

La realidad de esta familia no es un hecho aislado. Ellos han tenido que abandonar su casa e irse a vivir a otra en régimen de alquiler para proteger la salud de su hija, teniendo que pagar la hipoteca de su casa (inhabitable) y la mensualidad del arrendamiento, a lo que hay que sumar lo más importante, el padecimiento de la niña. Pero, ¿qué se puede hacer en estas situaciones?

Una vivienda con problemas de humedad estructural puede perder hasta el 30% de su valor, por lo que tanto los vendedores como los arrendatarios deben de informar de esta situación antes de la venta o alquiler. En el caso de que hayamos comprado una vivienda de nueva construcción en la que de repente aparecen este tipo de problemas, ¿qué podemos hacer? Como decimos son muchas las familias que han pasado o están pasando por una situación así, casi todas tienen que resignarse y arreglárselas por solos. Los seguros de hogar no cubren estos desperfectos y las promotoras o constructoras muchas veces se lavan las manos en el asunto. Aunque la justicia puede ayudarnos y ponerse de nuestra parte, está claro que el problema hay que tratarlo, más aún cuando la situación empeora la salud de alguno de los habitantes de la vivienda.

image002

Ahora bien, a la hora de arreglar la humedad estructural no vale cualquier método. Es necesario asegurarse de la calidad y la garantía de las soluciones que vayan a aplicar. Un experto en reparaciones no es apto para acabar con un problema así, pues los tratamientos que garantizan la erradicación de la presencia de humedad para siempre y asegura una buena salud de la vivienda y sus habitantes no están a la mano de todos, según explica Murprotec. Hay muchos profesionales, pero son los menos los expertos antihumedad capaces de garantizar sus tratamientos por 30 años.

 ¿Hablamos?